Hageo Cap.1 – Ordenando Prioridades

“Hay dos tipos de creyentes en la biblia; los que ven como las cosas suceden y los que hacen que las cosas sucedan” ¿Con cual de los dos tu te identificas?

Hageo 1:1-15

(v.1) Introducción 

Dios habla por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:

·      Hageo es uno de los 12 profetas menores mencionados en la biblia y uno de los únicos 3 que fue usado por Dios para hablar al pueblo Judío luego de 30 años de exilio.

·      Hageo también es mencionado en el Libro de Esdras, hablando a el sacerdote que supervisó la obra de reconstrucción del templo: Esdras 5:1-2; 6:14

·      Esta palabra viene en el tiempo donde: “Ya se había ido la gloria pasada del reino y del templo. Ya no estaba la gran población. Todo lo que quedaba eran los escombros de Jerusalén, el remanente del pueblo, y la tarea de restauración.” En 538 a.C. el Rey de Persia Ciro permitió que los judíos exiliados regresaran a Jerusalén después de 70 años de cautividad. Dos años después (536 a.C.) comenzó la construcción en el templo, dirigida por Zorobabel.

·      Hageo introduce dos figuras de liderazgo en Jerusalén durante estos días difíciles de reconstrucción del templo. Zorobabelera el gobernador de Jerusalén, y Josuéque era el sumo sacerdote.

(v.2) Una excusa para no construir el templo.

“Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada”.

·      La obra había estado inactiva por 14 años. Había comenzado de una manera gloriosa (Leamos Esdras 3:10-11)A pesar del comienzo glorioso, después de dos años la obra se detuvo, por el desaliento y una falta de enfoque del pueblo. Cuando Hageo profetizó los cimientos del templo fueron echados y el altar fue reconstruido, pero el templo aún no estaba reconstruido. 

·      Este pueblo dice: El pueblo de Dios – los ciudadanos de Jerusalén – se dijeron a si mismos que no era aún el tiempo para resumir la obra del templo. Habían algunas buenas razones del porqué ellos pudieron decir esto, y del porqué la obra de reconstrucción del templo era difícil:

·     La tierra aún estaba desolada, después de 70 años de ser descuidada

·     El trabajo era mucho y duro

·     Ellos no tenían mucho dinero (Hageo 1:6) o mano de obra

·     Ellos sufrían fracasos de cosechas y sequías (Hageo 1:10-11)

·     Enemigos hostiles se resistían a la obra (Esdras 4:4-5)

·     Ellos recordaban tiempos más fáciles en Babilonia

·      No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada: El pueblo hizo que su excusa sonara espiritual. Debido a los grandes obstáculos en contra de la obra, el pueblo de Dios comenzó a racionalizar y decidir de que no era el tiempo para realizar la reconstrucción.

·      Este pueblo:Nunca nos gusta escuchar cuando Dios habla de Su pueblo de esta manera – diciendo, “Este pueblo”en lugar de “Mi pueblo.”Él dijo esto porque Él vio sus excusas y débiles prioridades, y notó que no estaban viviendo como Su pueblo. (Estamos hablando aquí del remanente comprometido 50k).

(v.3-4) Hageo expone sus prioridades equivocadas.

Entonces vino palabra de Jehová: Dios vio y escuchó sus excusas y malas prioridades – y Él tenía algo que decirles por medio del profeta Hageo.

El problema era sencillamente un mal orden de prioridades.Ellos estaban dispuestos en dejar que la causa del Señor sufriera a costas de su propia comodidad. En lugar, ellos debieron de sentir ansiedad hasta que la casa de Dios fuera tan prospera como sus vidas personales, y debían estar tan dispuestos para sacrificarse para la obra de Dios como lo estuvieron para su propia comodidad y lujo personal.

Escusas como estas:

·      “No podemos hacer mucho en el templo, y estoy cansado de vivir en un cuchitril. Es tiempo de comenzar a remodelar la casa.”

·      “Dios quiere que preste mi atención al hogar – mi casa es primero.”

·      “Yo participaría con más dinero en la construcción del templo pero todo mi dinero esta comprometido con la renovación de mi casa.”

·      “No estoy viviendo de manera extravagante – ¡mira todas las otras casas de mi vecindario! ¡Mira los carros en sus entradas!”

·      “Alguien debería de comenzar a trabajar en el templo. Espero que alguien pase adelante y tome la obra – Yo necesito terminar de arreglar mi sala.”

·      “El templo no ha estado abierto para el sacrificio por más de 50 años – un poco más de tiempo no importará.”

·       “Este no es el tiempo correcto – después será mejor.”

·      “El altar esta allí y al menos podemos sacrificar para Jehová. Allí lo estamos haciendo.”

(v.5-6) Considera tus caminos – y el resultado de ello.

Meditad bien sobre vuestros caminos: Hageo le pide al pueblo de Dios que consideren en que dirección se dirigen sus vidas, y si en verdad quieren que continúe de esa manera.

Sembráis mucho, y recogéis poco: La causa de sus dificultades financieras eran sus equivocadas prioridades. Ellos sufrían retrocesos tras retrocesos debido a que su prioridades no estaban en Dios.

Hageo describe una doble maldición. En lugar de mucho, poco era segado; y eso poco, que era traído a casa, y se desvanecía (recibe su jornal en saco roto). Estaban viviendo el cumplimiento de Deuteronomio 11:16-17

Algunas veces nuestras prioridades están fuera de orden y al parecer no padecemos dificultades económicas. En tales momentos jamás debemos de presumir de la misericordia de Dios – debemos de volvernos a Él y ordenar nuestras prioridades antes de que Él necesite usar una crisis para llegar hasta nosotros.

Bebéis, y no quedáis satisfechos:Si nuestras prioridades están mal, nada nos satisfará. Nada llena el vacío con forma de Dios en nuestra vida, excepto el ponerle a Él en primer lugar.

(v.7-11) Lo que ellos deben de hacer: reconstruir el templo.

Subid al monte, y traed madera: Dios les llama a trabajar. Algunas veces la causa de Dios necesita trabajo, trabajo que es apoyado por la oración, no trabajo que es descuidado debido a un pretendido servicio “espiritual.”

Pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado: Era el tiempo para que el pueblo de Dios comenzará a preocuparse en agradarle en lugar de agradarse a ellos mismos. Dios también les esta diciendo que lo hagan con el corazón correcto; un corazón que quiere agradar y glorificar a Dios.

Buscáis mucho, y halláis poco:Cuando Dios fue descuidado, nada obraba bien.

Y llamé la sequía sobre esta tierra:Podemos imaginarnos al pueblo de Dios deprimido debido a la sequía. Ellos pensaban que todo era un ataque de Satanás, y ellos oraban fervientemente en contra de “la maquinación de Satanás.”Mientras que todo ese tiempo no era la obra de Satanás, pero la de Jehová quien llamó la sequía sobre esta tierra. El problema no era Satanás, sino sus prioridades.

Advertencia: “Dios da bendiciones; pero si la misma bendición tu la conviertes en una dependencia y te afanas por ella convirtiéndola en un ídolo estorbando así nuestro servicio a Dios el mismo se va encargar de removerlo. ( Ej. LaSerpiente de bronce).

Debido a que ellos descuidaron a Jehová, Él descuidó el bendecir estas tres cosechas básicas. Sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite

La respuesta hacia la profecía de Hageo.

1. (v.12) Ellos obedecieron a Dios y temieron Su presencia.

Y oyó Zorobabel . . . y Josué . . . y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová:La obediencia debe de comenzar con los líderes.

Y temió el pueblo delante de Jehová:Su temor hacia Dios promovió la obediencia.

2. (v.13-15) Dios responde a Su pueblo.

a. Yo estoy con vosotros, dice Jehová: Dios estaba allí para animarles, y para fortalecerles para la obra. Él siempre nos fortalece y nos anima para hacer lo que Él ordena.

b. Y despertó Jehová el espíritu: ¡Dios quiere despertar del espíritu en Su pueblo hoy día!Este despertar comienza con los líderes(Zorobabel . . . Josué) y se extiende hacia el pueblo(todo el resto del pueblo).

c. Y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová: El despertar del espíritu no vino y se fue como una simple experiencia espiritual. El despertar del espíritu floreció en un despertar de la obra.