Las Palabra Que A Nadie Le Gusta escuchar… Parte 1 - Agosto 30, 2017

Por: Lance Witt

Hace un par de años tuve la oportunidad de sentarme con un ex miembro del personal que había servido en mi equipo hace más de una década. Realmente no nos habíamos mantenido en contacto mucho. En un momento durante el almuerzo, la conversación se volvió más seria. Y en un momento de franqueza me dijo: "Sabes, tu no eras muy fácil de trabajar". Y luego pasó un poco de tiempo compartiendo formas específicas en las que había sido difícil trabajar conmigo. Él fue amable, pero definitivamente me reprocho la manera que dirigía a veces.

Al principio, pude sentir que yo quería estar a la defensiva, explicar, racionalizar, o compartir maneras que el había sido difícil también. Esos sentimientos rápidamente me llevaron a un lugar oscuro con el que estaba muy familiarizado: un lugar de inseguridad e insuficiencia. No sentirse "lo suficientemente bueno" ha sido un compañero incómodo para gran parte de mi ministerio.

La verdad es que el tenía razón. Como líder excesivamente ambicioso y determinado, a veces podía atropellar a la gente. Debido a la forma mía de dirigir estoy seguro de que nunca era seguro tener esta conversación cuando yo era su jefe. A pesar de que fue años más tarde, mi amigo me estaba haciendo responsable de mis acciones.

"Rendición de cuentas" - es una palabra incómoda, ¿cierto?. No evoca un sentimiento agradable cuando lo oyes. Pero a pesar de que es incómodo, es absolutamente necesario para nuestro crecimiento, tanto personal como profesional.

Debido a que algunos de nosotros en el ministerio por lo general queremos evitar conversaciones incómodas como estas, el exigir de la gente que sea responsable no viene fácil para nosotros. Pero cuando falta la responsabilidad, hay al menos dos implicaciones negativas para su ministerio.

I.               Perpetua la disfunción.

El rendir cuentas no sólo tiene que ver con rendimiento y resultados. También es una cuestión de salud emocional y de salud en el equipo. La falta de responsabilidad puede conducir a una cultura tóxica. Debido a nuestra falta de voluntad para tener conversaciones duras, toleramos el comportamiento disfuncional y destructivo.

En Gálatas 2, usted encuentra a Pablo responsabilizando a Pedro. Pedro había caído en un comportamiento que era disfuncional y simplemente equivocado.

11 Pero cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que enfrentarlo cara a cara, porque él estaba muy equivocado en lo que hacía. 12 Cuando llegó por primera vez, Pedro comía con los creyentes gentiles, quienes no estaban circuncidados; pero después, cuando llegaron algunos amigos de Santiago, Pedro no quiso comer más con esos gentiles. Tenía miedo a la crítica de los que insistían en la necesidad de la circuncisión. 13 Como resultado, otros creyentes judíos imitaron la hipocresía de Pedro, e incluso Bernabé se dejó llevar por esa hipocresía. Gálatas 2:11-13

Este es un ejemplo tan poderoso. ¿Puedes imaginarte cómo debe haberse sentido Pablo al confrontar a Pedro? Pedro era uno de los doce discípulos originales y uno de los mas cerca a Jesús. Pero Pablo tuvo el coraje de confrontarlo cara a cara. El no se puso a hablar de Pedro, el le hablo a Pedro.

Observe que el versículo 11 dice que lo que Pedro hizo estuvo "muy equivocado". A veces la rendición de cuentas se refiere a la falta de seguimiento o falta de cumplir con un plazo. Pero a veces se trata de un comportamiento poco saludable y equivocado. Ciertamente, si Pedro es susceptible a un comportamiento disfuncional, también lo somos tú y yo.

La disfunción siempre tiene un efecto repercusivo. En el versículo 13 aprendemos que la hipocresía de Pedro se extendió sobre Bernabé y otros creyentes judíos. Si no hubiera sido tratada, esta disfunción tendría el potencial de ser muy divisiva para la iglesia primitiva y los hubiera "desenfocado de su misión".

II.             Limita el crecimiento personal de las personas.

Si nos preocupamos auténticamente por los que sirven en nuestros equipos, haremos lo que sea mejor para ellos, incluso cuando sea incómodo para nosotros.

"Muchos líderes que luchan con esto tratarán de convencerse de que su renuencia es producto de su bondad; Simplemente no quieren que sus empleados (o miembros del equipo) se sientan mal. Pero una reevaluación honesta de su motivación les permitirá admitir que son ellos los que no quieren sentirse mal y que no responsabilizar a alguien es en última instancia un acto de egoísmo ". (Del libro de Patrick Lencioni “La ventaja” p.59)

¡¡AY!! Lencioni dio en el clavo. Si soy honesto, mi falta de voluntad para responsabilizar a la gente es en realidad producto de mí ego. No quiero ser el "malo". No quiero que la persona piense mal de mí. No quiero enfrentar el malestar de una conversación dura. La falta de rendición de cuentas a menudo resulta en un crecimiento atrofiado.

Postura interna

La salud del equipo comienza con la salud personal. Así que el punto de partida es que abrace la responsabilidad como algo bueno, no sólo para los demás, sino para mí. Verá, la rendición de cuentas ayudará a cerrar la brecha entre quién digo que quiero ser y quién soy en la actualidad.

Dios usa a la gente y sus palabras en nuestras vidas para brillar una luz en nuestros puntos ciegos y para suavizar algunos de los bordes ásperos. Y si voy a ser como Jesús, necesito un puñado de gente en mi vida que me diga lo que necesito oír, no sólo lo que quiero oír.

No estoy hablando de una persona que es una bola de destrucción verbal. Hay definitivamente una manera malsana de hacer a la gente responsable. Estoy hablando de tener una postura de apertura para recibir una rendición de cuentas saludable. Se necesita coraje y una identidad sana en Cristo para realmente "inclinarse" y acoger realmente la rendición de cuentas.

Cuando estudias el libro de los Proverbios descubres que palabras como reprensión, disciplina y corrección casi siempre son vistas como un regalo.

5 ¡Una reprensión franca es mejor que amar en secreto! 6 Las heridas de un amigo sincero son mejores que muchos besos de un enemigo. Prov. 27:5-6

Esta es una pregunta importante para que cada persona en el ministerio responda honestamente ... "¿Quién en tu vida puede reprenderte?"

Apoyarse en lo que respecta a la rendición de cuentas no sólo le servirá personalmente, sino que también le servirá bien en su ministerio.

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