LA IMPORTANCIA DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS
LA IMPORTANCIA DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS
1.
Heb.13:1-6
Alguien pudiera decir
que el modo en somos libertados del amor del dinero y en que nos amamos unos a
otros (versículo 1), y mostramos hospitalidad a los extranjeros (versículo 2),
y cuidamos a los prisioneros y heridos (versículo 3), y evitamos el adulterio y
la fornicación (versículo 4); pudiera decir que el modo en que hacemos todo
esto es confiando en la promesa de Dios de nunca dejarnos o desampararnos y de
estar presente para nosotros a fin de cuidarnos, no importa cuánto cueste este
tipo de vida en que se guarda el pacto por amor.
Sí, eso es absolutamente
cierto. Pero lo que faltaría es un grupo
pequeño de personas que nos ayuden a mantenernos conectados con las promesas y
el poder de Dios.
2.
Heb.3:12-13
En otras palabras, Sí,
la clave para la santidad y el amor y la victoria sobre el pecado, son las
promesas de Dios. Pero necesitamos
personas en nuestras vidas que nos exhorten "cada día" con esas
promesas. No se supone que amemos las promesas siendo individuos aislados. Pero
la horrible verdad es que las terribles tormentas a veces nos hacen olvidar las
promesas de Dios. Y los placeres del mundo nos seducen alejándonos de las
promesas de Dios. Y el diablo nos tienta alejándonos de las promesas de Dios. Y
las ansiedades y presiones de la vida nos desvisten hasta hacernos rechazar las
promesas de Dios. Y el remedio de Dios
para esto no es el heroísmo aislado, sino los pequeños grupos de creyentes
cuidándose unos
3.
Heb.10:23-25
El otro lugar (además de
3:12-13), donde el escritor nos dice que hagamos esto unos por los otros es
Hebreos 10:23-25.
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar,
porque fiel es el que prometió [¡ésa es la
clave!, aferrarnos a nuestra esperanza en las promesas de Dios nos liberará del
amor al dinero y de la temible indiferencia los extranjeros y prisioneros y
dolidos, y nos mantendrá sexualmente puros]; y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas
obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
Así que usted puede ver
que hay, al menos, dos claves,
no solo una. Una es mantener firme la
profesión de nuestra esperanza. Debemos confiar en las promesas de Dios
de que Él nunca nos dejará ni abandonará. Pero la otra clave es que necesitamos ayuda para lograrlo. Y no
solo el domingo en la mañana. Y no solo del pastor. En el versículo 25 dice: "exhortándonos unos a otros", esta es la conversación y ayuda mutua en
un entorno más pequeño.
Hebreos 13:1-6 no
menciona los grupos pequeños. Lo que sí hace es describir las dinámicas de cómo
ocurre el ministerio en un grupo pequeño.
· Primero menciona las pequeñas áreas prácticas de la vida donde
debieran involucrarse los grupos pequeños. Estos
son los elementos que se debaten en la vida de grupo pequeño: el dinero, el
sexo, el cuidado por los heridos, el amor por los extranjeros.
· Creemos que esta es la estrategia principal del cuidado espiritual
en nuestra iglesia. El personal pastoral
y los ancianos no pueden ser toda la influencia espiritual que usted necesita
en su vida.
Ejemplo
de dinámicas que se pueden dar en un grupo pequeño:
· Un grupo pequeño exhorta
unos a los otros en medio de la enfermedad
· Un grupo pequeño exhorta
unos a los otros hacia la pureza sexual
Nos
necesitamos unos a otros. Yo le animo a que
busque un grupo pequeño donde usted viva la vida en el poder de la promesa de
Dios. Este es el cristianismo normal, útil, y radical; mucho más por cuánto
usted puede ver que se acerca el día final.
4.
Hechos. 2:46; 20:20
I.-
LA RAZÓN PARA LOS GRUPOS PEQUEÑOS.-
En el Nuevo Testamento se ve que los
creyentes se reunían en algún lugar donde se congregaban todos (reuniones
públicas) y también en casas donde las reuniones tenían un carácter más
interactivo y fresco.
Hechos. 2:46 donde se nos dice: “No
dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan
y compartían la comida con alegría y generosidad”. Así mismo Pablo
hablando a los ancianos de Éfeso les dice “Vosotros sabéis que no he vacilado en
predicaros nada que os fuera provechoso, sino que os he enseñado públicamente y
en las casas” (Hech. 20:20).
Cómo
funcionaban las comunidades cristianas en el principio.
· Había reuniones en lugares donde asistían todos, (El templo)
· Y otras en las casas.
Razón #1. La iglesia debe buscar ser una
verdadera comunidad. El grupo pequeño,
por las relaciones estrechas que promueve es idóneo para formar verdadera
comunidad.
Razón #2. El grupo pequeño muestra a los no
creyentes que asistan a él, lo que hace el evangelio en la práctica con un grupo
de personas.
Razón #3. Y ayuda a transformar a los creyentes
mejor y más rápido que de cualquiera otra manera.
En mi experiencia personal he encontrado
que, en los grupos pequeños se crea un ambiente familiar, amigable y
participativo, que produce transparencia y crecimiento espiritual más que en
cualquier otro tipo de reunión. A los que aún no han llegado a conocer
personalmente al Señor les resulta un medio excelente para aclarar ideas,
preguntas que están ahí y necesitan respuestas, etc. Para los que ya han creído
personalmente en el Señor los grupos pequeños son ideales para una mejor comprensión
del mensaje de Dios y sobre todo para crecer en la transformación de la vida
por medio del evangelio.
II.-
EL PROPÓSITO DE LOS GRUPOS.-
Como hemos ya mencionado, el propósito
de los grupos pequeños es proveer un sistema de cuidado pastoral eficaz, con la
finalidad de ayudar a cada uno en el crecimiento de su vida cristiana.
Veremos
primeramente lo que NO es el propósito de los grupos.
a)
Por tanto, el propósito de
los grupos no es la búsqueda de la emoción, es decir, no se trata de entender
la vida cristiana como el experimentar sensaciones emocionales, de manera que
estas indiquen si el Espíritu Santo está presente o no.
Pero el Propósito
fundamental de los grupos es el crecimiento de la vida cristiana, no producir
situaciones de emoción.
b)
El propósito de los
grupos no es tampoco intelectualismo. El intelecto es completamente necesario,
bueno y legítimo para comprender el plan de Dios. Pero crecer en la vida
cristiana no es necesariamente saber muchos versículos o lo que significa cada
uno de ellos. Ese tipo de conocimiento puede envanecer como
cualquier otro (1 Co. 8:1)
C) Tampoco el propósito de
los grupos es el activismo. A veces entendemos el crecimiento de la
vida cristiana como un activismo; cuanto más activos, nos suponemos más
espirituales. En cambio un crecimiento espiritual sano, donde
tenemos bien integrados todos los aspectos de nuestra vida, nos hará ser
eficaces tanto en nuestras relaciones con nuestros vecinos, trabajo, familia e
iglesia.
Ahora bien, si no es emocionalismo, intelectualismo
ni activismo ¿cuál es entonces el propósito de los grupos pequeños?
· El propósito es la transformación de la vida de cada uno por el
poder de Dios y mediante el mutuo ministerio de unos a otros. Se trata por lo tanto de una transformación de la vida en un
contexto de relación con otros, en un grupo pequeño.
· Es un cambio que ha de empezar en el corazón, no se trata
primeramente de lo que hacemos, es un cambio en nuestro ser. Después cada esfera de nuestra vida ha de ser transformada poco a
poco.
· Además en el grupo pequeño todos somos ministros unos de los
otros. No se trata de ninguna clase magistral de nadie. En Efe. 4: 11-16 dice que los apóstoles, profetas, evangelistas,
pastores y maestros están “A fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de
servicio, para edificar al cuerpo de Cristo” (v. 12) Y más adelante dice que
“Al vivir la verdad con amor creceremos hasta ser en todo como aquel que es la
cabeza, es decir, Cristo” (v. 15) Y además dice que eso se lleva a cabo “según
la actividad propia de cada miembro” (v. 16) Así que es en ese cara a cara
donde se produce el crecimiento y la transformación de la vida y eso mediante
lo que aporta cada uno.
· Los grupos proveen oportunidades para las relaciones, el apoyo
mutuo, el amor y servicio práctico, aprender acerca de la fe cristiana, la
oración y el compartir lo que vemos que Dios está haciendo en nosotros. Los participantes deben verse a sí mismo como compartiendo sus
ministerios con el grupo, no simplemente como personas que reciben del grupo.
“Son entonces los grupos
donde la vida de la iglesia está mayormente funcionando, y los que transforman
a la iglesia entera”.
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